El efecto boomerang de la IA en la Educación

La irrupción de la IA en la educación plantea interrogantes: si aumenta el rendimiento inmediato, su impacto en el aprendizaje a largo plazo parece ser bastante negativo. Sigue siendo esencial el uso del papel y la toma de apuntes tradicionales para evitar la erosión de habilidades ligada al uso intensivo de la IA. Las herramientas visuales, como los diagramas, las notas esquemáticas y los mapas mentales, son especialmente recomendables para favorecer la comprensión y la memorización.

El estudio

Hace poco me llamó la atención un estudio comparativo realizado en 2024 con cerca de 1000 estudiantes de secundaria. Los alumnos se dividieron en dos grupos: uno que utilizaba métodos tradicionales (libros de texto, toma de apuntes a mano) y otro que se beneficiaba de la ayuda de la IA (ChatGPT y un tutor de IA). Los resultados iniciales parecían prometedores: el grupo de IA mejoró un 48 % solo con ChatGPT y hasta un 127 % con el tutor de matemáticas. Sin embargo, durante el examen final sin asistencia, estos mismos estudiantes vieron descender su rendimiento.

Los resultados

¿A qué se debe esta diferencia? El análisis de las interacciones reveló que el 78 % de las consultas realizadas por los estudiantes tenían como único objetivo obtener soluciones directas, obviando así el proceso de aprendizaje profundo. La IA crea una peligrosa ilusión de comprensión: su reactividad inmediata enmascara el hecho de que los conocimientos no se anclan en la memoria a largo plazo de los alumnos.

La ayuda del tutor de IA, a pesar de un mejor rendimiento inicial, no escapó a este fenómeno, con una caída del 58 % en el examen final. Su diseño pedagógico, que favorece las preguntas guiadas en lugar de las respuestas directas, solo palió parcialmente el problema.

Primeras conclusiones

Aunque el 72 % de los alumnos prefiere utilizar la IA, el reto consiste en transformar esta atracción en un aprendizaje real. El papel de los profesores es más crucial que nunca: deben guiar a los alumnos hacia un uso reflexivo de estas herramientas, teniendo siempre presente que la facilidad de uso inmediato no garantiza un dominio duradero de los conocimientos.

Es necesario actualizar las prácticas educativas

El futuro de la educación no consiste en sustituir los métodos tradicionales por la IA, sino en combinarlos de forma inteligente, integrando al mismo tiempo herramientas que favorezcan el aprendizaje en profundidad, como el sketchnoting, la esquematización y los mapas mentales. Estas herramientas son el núcleo de los cursos de Visual Thinking que imparto regularmente desde hace varios años.