Carlos forma parte de los nuevos facilitadores certificados en Visual Thinking que he tenido la suerte de acompañar en los talleres de Visual Thinking. La semana pasada, me envió su testimonio, hablando de su camino como visual thinker. ¡Me ha emocionado y no me puedo resistir en compartirlo aquí!
“He tenido la suerte de poder terminar un camino que emprendí hace casi tres años y medio, cuando comencé mi itinerario de certificación en Visual Thinking de la mano de Philippe Boukobza.
Durante este tiempo han ocurrido muchos cambios en mi vida que me han transformado y que hicieron que tuviera que asumir un parón hasta que este año he podido completar el ciclo. No ha sido casualidad: en primer lugar, porque considero que mi propio proceso personal era necesario para poder afrontar de una manera más consciente lo que ante mí se me ofrecía y porque así he podido valorarlo doblemente, con la satisfacción de no haber abandonado pese a todas las tentaciones. Y, sobre todo y para poder llevarlo a cabo, Philippe ha sido fundamental; él me ha rescatado y me ha ayudado gracias a su entusiasmo y fe en mí, por lo que siempre le estaré agradecido.
Estas líneas son para explicar lo que yo he encontrado en la comunidad de visual thinkers que ha creado Philippe. Se trata de un camino hacia el auto conocimiento. Se nos lleva, desde el desafío constante y con el incentivo de dominar unas potentes técnicas y unas herramientas muy atractivas a desarrollar unas competencias de una manera imperceptible al principio pero plenamente consciente hacia el final. Ese es el cambio que se obra en nosotros: nos hace mejores, más conscientes y más atrevidos. Nos estimula todo aquello que poseemos y que teníamos olvidado o almacenado en un rincón interior y, finalmente, como un espejo maravilloso, nos revelamos a nosotros mismos tras una metamorfosis o cambio transformacional casi mágico.
El artesano que obra este pequeño milagro es Philippe, al que veo como un genial Gepetto que da vida y que nos muestra el camino hacia una vida más rica y plena, y también más divertida.
Carlos Carbajo Iñigo
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