Mapa conceptual sobre el efecto catedral |
Se han llevado a cabo varios estudios para medir la influencia de los entornos sobre nuestros pensamientos.
Uno de los descubrimientos fue la identificación del llamado «efecto catedral»: la altura de los techos puede influir en la manera de resolver problemas.
Los techos altos fomentan el pensamiento abstracto y la creatividad, y los techos bajos promueven el pensamiento concreto y orientado al detalle.
Un ejemplo es un experimento en el que se pidió a dos grupos que llevasen a cabo valoraciones de productos. Uno de los grupos trabajó en una sala con techos altos, el otro, en una sala con techos bajos. El grupo de la sala de techos altos se concentró en las características generales del producto, mientras que el grupo situado en la sala de los techos bajos se inclinó por características específicas.
Finalmente la capacidad de atención y rendimiento en el trabajo orientado a los detalles mejora en los entornos con techos bajos. La capacidad de llevar a cabo tareas más creativas se realza en los entornos con techos altos.
Una aplicación
El efecto catedral nos puede ayudar a la hora de preparar una reunión de trabajo. Si se trata de tareas que requieren creatividad y pensamientos innovadores, vamos a optar por las salas con techos altos. Para las tareas que exigen un trabajo orientado al detalle, optaremos por espacios más reducidos con techos bajos.